Salida por la mañana hacia el parque nacional de Talassemtane, siguiendo la carretera de Ouedlaou a Akchour con parada en Ouedlaou, que ofrece unas vistas espectaculares del mar y las montañas. Una vez en el parque, realizaremos una ruta de senderismo por el bosque hasta llegar a las impresionantes cascadas de Akchour, donde podremos refrescarnos y relajarnos en un entorno natural único. Almuerzo al pie de la cascada, donde podremos saborear los platos típicos de la región, como el cuscús, el tajín o la harira. Por la tarde, nos dirigiremos a Chefchaouen, la ciudad azul, que nos cautivará con su encanto y su colorido. Tras hacer el check-in en el hotel y acomodarnos en las habitaciones, saldremos a disfrutar de la puesta de sol desde una terraza, donde nos deleitaremos con un exquisito té local. Desde allí, podremos observar el contraste entre el cielo anaranjado y las casas azules de la medina. A continuación, cenaremos en la plaza de Uta el-Hammam, el centro neurálgico de la ciudad, donde nos envolverá el ambiente festivo y la música tradicional.

Después de desayunar en el hotel, nos recogerán para empezar nuestra visita por la medina de Chefchaouen, una de las más bonitas y pintorescas de Marruecos. Nuestro guía nos explicará la historia y la cultura de esta ciudad, fundada en el siglo XV por los moriscos y los judíos que huyeron de la Reconquista española. Veremos la plaza Uta el-Hammam, la mezquita Al-Andalus, la kasbah, el zoco, las murallas, los lavaderos y las terrazas. Disfrutaremos de las vistas, la arquitectura, la artesanía, el té y los dulces típicos de Chefchaouen. Terminamos la visita de la ciudad en el rio Rass Lma, que atraviesa la medina y ofrece un lugar fresco y tranquilo para almorzar. Alli podremos degustar algunos de los platos típicos de chefchaouen, como el bissara, una sopa de habas, o el rfissa, un guiso de pollo con pan y miel. Tarde libre para descansar o explorar los alrededores, cena y noche en chefchaouen.

Desayuno en hotel y check-out, nos trasladaremos a Tánger, la ciudad más cosmopolita y moderna de Marruecos. Tras hacer el check-in en el hotel, nos dirigiremos a la cueva de Hércules, una gruta natural que, según la leyenda, fue el lugar donde el héroe griego descansó después de realizar sus doce trabajos. Allí podremos admirar la famosa abertura con forma de mapa de África, que se ilumina con el sol y el mar. A continuación, nos acercaremos al cabo Espartel, el punto más occidental de África, donde confluyen el océano Atlántico y el mar Mediterráneo. Allí podremos contemplar el faro que señala el estrecho de Gibraltar y disfrutar de las vistas panorámicas de la costa. Después, almorzaremos en un restaurante cerca del parque natural de Rmilat, donde podremos saborear la gastronomía marroquí con influencias españolas, francesas e italianas. Por la tarde, visitaremos la medina de Tánger, el casco antiguo de la ciudad, donde podremos apreciar la mezcla de culturas y estilos que caracteriza a Tánger. Veremos la plaza del 9 de abril, el gran zoco, la mezquita de la Kasbah, el palacio del sultán, el museo de la Kasbah, el museo de las artes marroquíes, el museo de la legación americana y el café Hafa, entre otros lugares de interés. Más tarde, nos dirigiremos al café Hafa, un rincón legendario que se encuentra en el barrio del Marshan. Allí podremos relajarnos en las terrazas que se asoman al mar, decoradas con plantas y mesas de colores. Podremos sentarnos en alguno de los bancos de madera y pedir un té de menta, el más famoso de Tánger. Mientras lo tomamos, podremos observar la puesta de sol sobre el mar, que tiñe el cielo de tonos rojos y naranjas. Finalmente, nos dirigiremos a cenar en algún restaurante cercano, donde podremos probar más platos típicos de Tánger, como el pescado frito, la sopa de marisco o el pastel de almendra. Después de cenar, regresaremos al hotel.

desayuno en el hotel. Por la mañana, nos trasladaremos a Asilah, una ciudad costera que se encuentra a unos 40 km de Tánger. Asilah es una ciudad con mucha historia y encanto, que ha sido ocupada por fenicios, romanos, portugueses y españoles. Visitaremos su medina blanca, rodeada de murallas, donde se celebran cada año festivales de arte y música. Veremos algunos de sus monumentos, como la torre de Al-Kamra, la mezquita de Raissouni o el palacio de El Raisuni. También pasearemos por sus calles, decoradas con murales y grafitis, y disfrutaremos de su ambiente tranquilo y bohemio. A continuación, almorzaremos en algún restaurante de Asilah, donde podremos degustar el pescado fresco, la paella o el cuscús de marisco. Mientras comemos, podremos admirar el mar y las playas que rodean la ciudad. Por la tarde, regresaremos a Tánger por la carretera de la costa, que nos ofrece unas vistas espectaculares del océano Atlántico y de la costa marroquí. Para terminar nuestro día, cenaremos en Tánger y volveremos al hotel.